Aún recuerdo la primera vez que sostuve una cámara entre mis manos. Tenía cinco años y mi madre, después de insistir mucho y sin quitarme el ojo de encima, me dejó su cámara. Me hizo feliz.
Desde pequeña, siempre he estado rodeada de cámaras, mi tío es fotógrafo especializado en bodas y se dedicó a fotografiar mi infancia. Preparaba sesiones fotográficas cada dos por tres y aunque a mí no me guste mucho ponerme en frente del objetivo, gracias a él tengo varios momentos grabados para siempre. Por otro lado, mi madre también contribuyó a crear recuerdos a través de su objetivo. Cada vez que podía cogía la cámara y disparaba el gatillo capturando los momentos cotidianos del día a día. Pero una vez más, yo no quería ser integrante de la foto, sino que quería hacer la foto. Por ello, a los ocho años, me regalaron mi primera cámara analógica y desde entonces no he vuelto a soltar la cámara.
No recuerdo con exactitud la primera foto que hice, pero apuesto a que fotografié el cactus que tenía mi vecino en su jardín o le saqué alguna foto a Aizkorri. Lo que tengo claro es que fue o bien una fotografía de paisaje o una foto a una flor. Mis fotografías de los primeros años se pueden dividir en dos categorías: fotografía de viaje—en su mayor parte paisajes— y retratos de familiares. A lo largo de mis 24 años he experimentado con diferentes géneros de fotografía y quizás, si revisas mi galería puedas deducir que mis géneros fotográficos favoritos son la fotografía de paisaje y la macrofotografía. Al vivir en un entorno rural, lejos del ajetreo y del ruido de la ciudad, he crecido admirando la naturaleza en su plenitud; solo tengo que abrir la ventana para ver el bosque que se forma detrás de mi jardín o inclinar la cabeza hacia mi derecha para ver el Aizkorri.
En cuanto a la macrofotografía, aunque no sea una persona a la que le guste cuidar de las plantas, me gusta fotografiarlas. Soy una persona muy observadora, me fijo mucho en los pequeños detalles y esta es una de las razones por las que me gusta este género. Aunque en mi galería de fotos haya cientos de fotografías de paisaje, también abundan las fotografías de animales, sobre todo de perros, gatos y caballos. Me gusta retratar a las mascotas de la gente y a los animales rurales que pueda encontrar alrededor de mi casa o en el monte.
Aparte de los géneros ya mencionados, también me gusta la fotografía callejera o urbana y es el género que más me gusta consumir. No obstante, también es a la que más respeto tengo a la hora de fotografiar ya que muchas veces no sabes hasta qué punto puedes estar invadiendo la intimidad de una persona o puedes hacerla sentir incomoda con el simple hecho de sacar la cámara. Aquí entra en juego mi última adquisición, la cámara Fujifilm X-T100.
Es una cámara pequeña y ligera, entra incluso en el bolsillo del abrigo, permitiendo llevártela a cualquier parte sin necesidad de tener que acarrear una mochila o bolso. Además, gracias a su tamaño la gente no repara tanto en la cámara y puedes pasar desapercibida como un turista más. Por otro lado, la pantalla abatible también es una característica que juega a tu favor permitiendo hacer fotografías desde ángulos bajos sin tener que tumbarte en el suelo. Otra de las cosas que me gusta es la opción de disparar sin objetivo; de este modo, puedes acercarte a los objetos y obtener imágenes totalmente únicas. Una técnica útil si no dispones de un objetivo macro.
Todo lo que sé acerca de la fotografía lo he aprendido de forma autodidacta, a base de leer y sobre todo a partir del ensayo y error. Mi fotografía ha evolucionado mucho a través de los años y mi equipo ha ido mejorando con el tiempo, pero hay una cosa que nunca ha cambiado: la pasión. La fotografía es una expresión del arte y como tal es subjetiva, cada persona tiene su forma de ver el mundo y la fotografía, así como la escritura o la pintura, es un canal de expresión.
Desde que tengo uso de razón, la literatura y la fotografía han formado parte de mi vida y se han convertido en mis dos grandes pasiones; siempre llevo la cámara, un libro, una libreta y un boli para escribir lo que me inspire ese instante. De modo que si me preguntas qué me hace feliz te responderé que me hace feliz el arte en todas sus expresiones y la naturaleza junto a una taza de café. Y a ti, ¿qué te hace feliz?