Cuando comencé mi andadura en los caminos de la fotografía hará medio año, ni siquiera se me pasó por la cabeza el mero hecho de poder escribir una entrada para un blog como este en tan poco tiempo, al igual que tampoco imaginé que un puñado de cables, sensores y un montón de cristales encerrados en un cilindro pudiesen cambiar la visión que tenía del mundo y mi percepción hacia el.
Como el novato fotográfico que me considero, me gustaría alejar mi discurso de la parte técnica de la fotografía y centrarme en lo que realmente significa la fotografía para mi. Para ello, he acompañado este texto de algunas de las fotografías que he podido realizar con la Fujifilm X-T100 en este primer mes que llevo con la cámara. He visitado sitios de los que me llevo muy gratos recuerdos y unas estampas que quedarán grabadas en mi retina al igual que espero que queden grabadas en las vuestras.
Está claro que el vivir en un entorno como el País Vasco que posee una variedad envidiable de hitos paisajísticos facilita el aprendizaje fotográfico. El visitar estos sitios una y otra vez y poder revivirlos en situaciones completamente distintas me ha obligado a adaptarme a esas situaciones cambiantes y por ende, me ha ayudado a crecer como fotógrafo. Por algún motivo que desconozco (y del cual me alegro completamente), me centré en la fotografía de paisaje y es ahí donde me di cuenta de todo lo que podía aportar la fotografía a mi persona. Ella me ha enseñado a apreciar ciertos detalles que aún estando al alcance de todos, escapan a la percepción de la mayoría de la gente.
Con la fotografía he aprendido que el Sol no sale ni se pone todos los días por el mismo punto; he aprendido que la luz no incide de la misma manera en invierno y en verano; he aprendido el impacto de las mareas en el paisaje de costa e incluso que la arena al igual que estas, sube y baja en función de los temporales; he aprendido que un viento con predominancia Sur durante las últimas horas de una madrugada nubosa propicia un amanecer con un tinte rojizo en las nubes… Podría seguir durante horas aporreando las teclas del teclado desde el que os escribo mientras os enumero una por una todas estas cosas, pero creo que lo mejor es que cojáis vuestra cámara y salgáis ahí afuera. Observad todo lo que os rodea y meditad el “porqué” de las cosas. Os aseguro que nunca veréis el mundo de la misma manera.
No me considero una persona que destaque en el uso de la palabra para expresar sus ideas, sentimientos y emociones. Siendo arquitecto , siempre he tenido la necesidad de expresarme y comunicarme mediante el uso de elementos gráficos y es que en los últimos meses he venido usando la fotografía como medio de expresión para sacar todo lo que llevo dentro.
El tener una herramienta como la Fujifilm X-T100 con la que te sientes a gusto y que por sus características te facilite las tomas es una ayuda impagable para mi. En el tipo de fotografía que realizo es donde una cámara como esta, con un tamaño compacto y unas lentes de calidad e igual de compactas destacan. Podría mencionar mil y una de las bondades que tiene esta maquina pero si tuviese que resumir todo en tres únicos puntos, serían sin duda:
El poder ver la fotografía resultante en la pantalla antes incluso de sacarla y saber que cuando llegue a casa la veré tal y como la veo in situ.
Las ventajas de la pantalla articulada que trae la X-T100 en la fotografía de paisaje (en mi caso concreto). ¡El no tener que ponerse en posturas complicadas para poderver correctamente la pantalla me está ahorrando muchos disgustos y dolores de
espalda!
La sorprendentemente buena respuesta del sensor a ISOs medio-altos.
Espero que os haya gustado esta entrada de alguien tan novato en este mundo como lo soy yo o al menos haberos transmitido aunque sea una pizca del entusiasmo que me genera la fotografía. Por último, me gustaría volver a agradecer a Fujifilm España la oportunidad de poder llegar a vosotros a través de mis palabras y el haber seleccionado mi fotografía como foto ganadora del mes de Septiembre en la categoría de paisaje urbano nocturno.
¡Un saludo compañeros!
¡Nos veremos en lo alto de un monte, en el fondo de un bosque o a pie de costa!