Soy Jaume Tomàs, vivo en Mallorca y soy músico de profesión. Estoy enamorado de la fotografía desde que, con 15 años, llegó a mis manos una cámara analógica Praktica modelo L2 con una lente 50mm.
Desde entonces empecé a experimentar de forma autodidacta, buscando el contacto directo con la naturaleza y persiguiendo el placer estético en el paisaje.
Me encanta viajar; estar en contacto con la naturaleza, las gentes, el arte, la arquitectura y descubrir esos instantes que te gustaría que duraran para siempre. En ese sentido la fotografía, para mí, es la magia de capturar momentos eternos.
Des del principio de mis contactos con la fotografía digital, siempre usé cámaras DSLR, que llevaba casi siempre encima por si surgía la posibilidad de hacer alguna foto interesante. El hecho de llevar una cámara conmigo durante mucho tiempo, me hizo plantear una cuestión muy importante: el peso. Siempre me gustaron las lentes muy luminosas y eso me hacía cargar con lentes de gran tamaño, por lo que un día me cansé y decidí a adquirir un segundo equipo fotográfico más ligero y de calidad que rápidamente se convirtió en mi equipo principal.
La sorpresa que tuve al adquirir mi Fujifilm X-T10 con un Fujinon XF 18-55mm, fue que, llevando una cámara muy pequeña, podía obtener grandísimos resultados. Es una cámara de objetivos intercambiables, lo que hace que pueda tener diversidad de lentes para las diferentes ocasiones. Y desde entonces todo mi equipo Fujifilm cabe en una pequeña mochila que me acompaña allá donde voy.
Otro hecho que me cambió la vida fotográficamente hablando, fue descargar en 2012 una app que se llama Instagram. Al poco tiempo de crear un perfil, descubrí que esa app conectaba rápidamente usuarios de todo el mundo, en forma de ventana a diferentes puntos del mundo con la visión particular de cada fotógrafo. Eso me cautivó rápidamente. En ese momento me puse a compartir mis fotos en esa red de manera regular y un momento determinado fui usuario sugerido en Instagram, por lo que mis fotos empezaron a tener mucha visibilidad.
Justamente a través de Instagram, en el año 2018, el perfil del Canal oficial de Turismo de las Illes Balears me nombró, junto a otros instagramers destacados, “Ambaixador de les Illes Balears”. Ello me ha permitido viajar y recorrer palmo a palmo, junto a mi familia, estas cuatro islas que son mi hogar y redescubrir esos lugares cercanos que a veces te pasan desapercibidos… Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera han sido para mí fuente de inspiración.
Para mí, Mallorca es una maravillosa obra de la naturaleza con una gran variedad y riqueza cultural autóctona, gastronómica, paisajista. Al ser habitante de esta isla, no puedo dejar de compartir fotos de todos sus rincones, en especial de Portocolom, un pueblo pesquero tradicional. Es por este motivo, que me encanta montar mi Fujinon XF 10-24mm cuando salgo a dar algún paseo o hacer alguna excursión. Una lente zoom ultra gran-angular ideal para la fotografía de paisaje que me gusta adaptar a todas las situaciones. Es una lente que muchas veces uso con el modo auto de la cámara y siempre sin flash.
Cuando estuve en Menorca, disfruté de volver a ver paisajes vírgenes, visitar los faros de la isla, y sobretodo asistiendo la tradicional fiesta mayor de Sant Joan en Ciutadella. Estas fiestas están documentadas desde el siglo XIV. En ellas unos “caixers” o jinetes representativos de todos los estamentos sociales demuestran sus habilidades desfilando por las calles abarrotadas, ensartando anillas, o corriendo abrazados. Fue una experiencia para recordar. El hecho de viajar con con niños, hace que uno no se pueda meter en las grandes multitudes, por lo que mi Fujinon XC 50-230mm me permitió fotografiar a cierta distancia momentos impactantes de estas fiestas. Después de ver la ciudad y pasear por sus estrechas calles de coloridos edificios, visitamos los faros de la isla y sus pequeños puertos pesqueros. Un recurso que uso habitualmente en condiciones de poca luz, es usar un mini trípode plegable que casi siempre llevo adosado a la cámara la apoyo a cualquier superficie, ya sea un muro, en el suelo, incluso lateralmente. De esta manera y desplegando la pantalla de la cámara, puedo ver el resultado con mucha facilidad.
Cuando visitamos las islas hermanas de Ibiza y Formentera, las recorrimos en coche para ver los lugares más emblemáticos. Otra vez los faros de estas islas estaban en nuestro punto de vista, ya que me hipnotizan estas torres de señalización luminosa situadas en el litoral marítimo de las islas. Paseando por las calles blancas y empedradas de Ibiza se te olvida el tiempo y las aguas turquesas de Formentera te hacen dar cuenta de que tenemos el paraíso a tiro de piedra. Cuando fotografío playas, suelo usar un filtro polarizado que me permite mejorar el contraste y la saturación de los colores en este tipo de imágenes. Otra de las grandes razones por las que uso este filtro es para reducir los reflejos que hay en el mar y luces reflejadas que están por todas partes y son muy comunes en naturaleza, que estos filtros pueden eliminar.
Desde hace poco tiempo, adquirí un 16 mm f1.4 que se ha vuelto imprescindible en todas mis salidas. Una lente fija que me saca de todos los problemas de luz y por su angular, la hace indispensable en todas mis escapadas. De una nitidez espectacular me encanta combinarla con filtros de densidad neutra para hacer exposiciones largas en pleno día.
En definitiva, mi Fujifilm X-T10 con mi Fujinon XF 10-24mm o mi Fujinon XF 16mm es perfecta por peso y dimensiones para ir de excursión, de viaje o simplemente para tomar cualquier tipo de fotografía. Cuando uno pasea o viaja con su mujer y sus tres hijos, lo que necesita es tomar buenas imágenes, y al mismo tiempo llevar una cámara ligera y de gran calidad que le permita seguir el ritmo de los pequeños.