Soy Jerónimo Álvarez, fotógrafo freelance con 25 años de experiencia.
Mi actividad profesional suele estar vinculada al género del retrato de encargo, aplicado a todas las categorías existentes en el mercado: publicidad, editorial y docencia. También desarrollo proyectos fotográficos propios que acaban conformando exposiciones o libros con una mirada más personal.
Desde la aparición del nuevo sistema de formato medio digital GFX de Fujifilm, he visto abiertas mis posibilidades a abordar todos los géneros y sesiones fotográficas con mayor versatilidad, con una sobresaliente mejora en la ligereza de equipo y obteniendo unos resultados finales de imagen que están a la altura de todas las necesidades y exigencia de máxima calidad en acabados.
Al igual me sucede con el sistema de iluminación Profoto, cuyo abanico de posibilidades dota de un confortable y sólido flujo de trabajo para todos los campos.
En esta ocasión, voy a hablar sobre mis impresiones en los dos talleres de retrato que impartí en Barcelona, durante la Fotoweek organizada por Casanova Foto en el recién estrenado plató Manhattan, perteneciente a Tuset Studios y en Palma de Mallorca, bajo la organización de Foto Ruano Pro en el estudio Mallorca Photo Pro.
En ambos casos, y dada la nueva colaboración de Fujifilm con Capture One y Profoto, usamos el flujo de trabajo perfectamente compatible con la cámara, conectada a un entorno Mac.
En Barcelona, retraté a un músico de la escena underground de la ciudad, Mario Beluga. El material de luz que decidí utilizar fue un generador Profoto 8A 2400w con una cabeza con una Octa 150 con doble difusor soportada en una jirafa ligeramente orientada por el lateral izquierdo y elevada a unos dos metros y medio del suelo con dos esticos negros puestos a los lados del retratado: esto genera una textura suave y uniforme en el rostro del retratado, con una degradación muy agradable de las zonas de luz a las sombras más profundas.
Para el fondo, utilicé dos flashes autónomos de Profoto D1 1000 Air con dos ventanas strip situados a los lados, a 45º, para iluminar la superficie homogéneamente y con una luz de textura suave.
Realicé varias tomas utilizando la luz de flash a la sensibilidad más baja posible de la cámara (ISO 100) y con diferentes “números f” en función del tipo de plano del retratado: abertura máxima para el primer plano, creando un progresivo desenfoque a partir del foco máximo en sus ojos (foto 1) y f.8 para el plano general (foto 2) donde poder conseguir mayor definición en la figura del personaje y un cierto desenfoque en el fondo.
En estos ejemplos, se puede percibir una absoluta nitidez y calidad en la resolución de la imagen, con ausencia total de ruido, para un uso comercial de las imágenes en grandes formatos y posibles reencuadres sin que se vea mermada la calidad final.
Debido a mi gusto por la luz continua, más atmosférica y narrativa y menos agresiva para las fotos de retrato de personas no acostumbradas al destello de flash, realicé varias tomas utilizando como fuente de luz, el modelado de los flashes, cuya intensidad y potencia es mucho menor que la del flash. Con la GFX50s se puede comprobar cómo una subida considerable de la sensibilidad (ISO 3200 en la foto 3) no supone ningún problema en la calidad final de la imagen pues además de generar un ruido muy leve, es perfectamente matizable con el software de Capture One directamente en la toma fotográfica con monitor.
Por último, realicé varias tomas de exterior con el retratado, para también mostrar la versatilidad del sistema GFX. Salir del estudio con suma rapidez y sin necesidad de utilizar trípode debido a su ligereza y capacidad de elevar la sensibilidad sin aparición de ruido para utilizar una velocidad de obturación que no nos genere trepidación con un número f que posibilite una profundidad de campo suficiente para mostrar con nitidez todos los elementos de la escena (foto 4).
En el taller realizado en Palma, cuyo espacio fotográfico era mucho más reducido, utilicé un esquema de luz con un sistema más compacto y más fácil de colocar y mover que el utilizado en Barcelona, aunque igual de fiable y compatible con los accesorios de la marca.
En esta ocasión, conté con la presencia de la actriz Marta Wall y me decanté por utilizar un flash autónomo D1 Air con una ventana rectangular 120×90 con doble difusor como luz principal, orientada en el lateral izquierdo de la retratada, con un reflector negro colocado en el otro lado del rostro para generar una sombra profunda con una degradación controlada de la luz sedosa pero intensa que se consigue con la ventana de Profoto.
Detrás de la actriz, coloqué un flash B10, el nuevo modelo de portabilidad que Profoto acaba de sacar al mercado, con un reflector Magnum dirigido hacia al fondo para crear una ligera silueta de luz detrás de ella.
Su ligereza de peso unida a una potencia real de 250w me fueron suficientes para realizar la sesión sin necesidad de usar su máxima intensidad por lo que comprobé que no hubo problema de batería en ningún momento de las 4 horas de sesión que tuvimos.
En la foto 1 (arriba) se puede comprobar la capacidad de la cámara Fujifilm con mi óptica favorita para retratos de primer plano: el 110mm. f.2. utilizando la iluminación del flash a la mínima potencia, con una sensibilidad ISO100, abertura máxima y poniendo el plano focal en los ojos de la retratada: gracias a un preciso e intuitivo joystick para seleccionar el/los puntos de enfoque con la mejor precisión que he podido probar hasta ahora en una cámara de formato medio digital: la definición de los ojos perfectamente enfocados y el progresivo desenfoque con su suave degradado en el resto de la imagen.
En las dos siguientes (abajo), siguiendo los mismos pasos que en el shooting realizado en Barcelona, manteniendo el mismo esquema de iluminación, utilicé la luz continua que proporciona el modelado con un incremento del ISO a 3200 y una abertura abierta del objetivo utilizado para generar una atmósfera más sugerente, donde nuevamente puede comprobarse que el efecto de un ligero incremento del mal llamado “ruido digital”, en el archivo del sensor GFX50 se convierte en un delicado grano que nos recuerda más a la película fotosensible.
También me resultó muy interesante probar la luz de modelado de LED que llevan los nuevos flashes Profoto B10 con opción de cambio de temperatura de color.
Su potencia y calidad me permitieron realizar algunos disparos utilizando su luz continua como fuente principal (puesta de contra a la modelo) con el relleno del rostro con un reflector plateado.
Por último, cabe mencionar el cómodo flujo de trabajo con el sistema de captura de imágenes conectado al ordenador a través del software de Capture One, que permite una rápida y precisa visualización en el monitor de un ordenador de mesa, de las imágenes que se van realizando a todos los asistentes del shooting, con las múltiples posibilidades de generar ajustes de previsualización, checking de enfoque, alerta de altas luces y sombras y creación de copias de seguridad al instante.
Compartimos algunas fotografías de estos dos eventos:
Vídeo sobre el taller de Jerónimo Álvarez con el sistema de formato medio Fujifilm GFX impartido el pasado 4 de diciembre de 2018 en Mallorca y organizado por Fujifilm y Foto Ruano Pro con la colaboración de Profoto y Capture One: