Bueno, llegó la hora de escribir que no es precisamente lo mío.
Empiezo por situar las condiciones del viaje. Tres semanas son muchas y pocas dependiendo de las condiciones, en mi caso con una amiga que nada tiene de fotógrafa y muchos desplazamientos para picotear un poco de todo en este país tan grande y diverso.
Versatilidad.
Un JPG fiel a la realidad y unos filtros muy atractivos.
El motivo era viajar, no hacer un reportaje aunque, sin quererlo, me salieron tres de los cuales uno en especial hará que vuelva el próximo año.
La propuesta inicial luego de unas deliciosas conversaciones con el maestro Eduardo Momeñe fue hacer retratos en b/n, todo un reto y no por problemas de atrevimiento precisamente si no por la falta de trípode, reflector y poco tiempo para hacerme mío al protagonista. Una gran ayuda era regalar una foto hecha con la Fuji Instax Mini, colaboración de Fujifilm para un viaje a Senegal hace dos años con una Ong a la cual pertenezco. Desgraciadamente me la robaron pocos días antes de finalizar este viaje a Bolivia junto con la tablet y una pieza del cargador de la XT20. Gran pérdida la Instax, por que no hay mayor satisfacción que ver los ojos de agradecimiento y sorpresa de personas que se prestan a posar, muchas veces con un poco de recelo.
Como tuve la cámara tres días antes de partir la fui conociendo a medida que la usaba y la verdad es que no me fue complicado, gracias también a cuatro indicaciones de Juan para facilitarme el inicio con algún ajuste en concreto. Veréis que he trabajado un poco de todo: color, b/n, sombras y contraluces, contrastes duros, retratos, paisaje, urbe y sus gentes, formas, lineas y texturas y …precisamente para ver el comportamiento de la Fuji XT20 en mis manos y viceversa. Envío unas cuantas (muchas) imágenes para dar muestra de ello y para justificar tanta explicación previa. Si detectais una cierta falta de uniformidad en las imágenes que os hago llegar se debe, fundamentalmente, a que un cierto número de ellas han sido tiradas pensando en la marca mientras que otras presentan un marcado carácter de tipo personal.
Fujifilm X-T20: Mucho dentro de “muy poquito”.
Cabe decir que algunas son directamente JPG con algún sutil retoque la que lo ha precisado. El paisaje en color, precioso y muy fiel a la realidad. También he jugado con los filtros de b/n o forzado ISO para obtener grano. No he probado la ráfaga, no acostumbro, y me he perdido fotografía nocturna por falta del trípode y óptica adecuada. La luna creciente sobre el lago Titicaca solo la guardo en la retina. Tampoco he utilizado la pantalla táctil pues tengo suficiente coraje para hacer fotografía de calle. Y del video solo puedo decir que grabé a un quinteto fantástico pero el sonido, sin micro adecuado, no vale nada, la imagen limpia y bonita para ser en un interior poco iluminado.
Así que, hablemos de la XT20. Perfecta para viaje si no se trata de trabajo fotográfico concreto que requiera otras ópticas más voluminosas o pesadas. La verdad es que el tamaño y el peso de la XT20 son ideales con las fijas que he probado: 25mm y 50mm. Raras veces llevo la cámara colgando por problemas cervicales, siempre en la mano y preparada para disparar pero la XT20 desmiente esta afirmación, es ideal para cuando se prevé estar rato sin utilizarla y andando.
En cuanto a ergonomía tengo mis “peros”. Quizás fue un error mío el no llevarme la funda empuñadura, que probablemente le da un mejor agarre y evita tocar botones con la base del pulgar. Ya al final del viaje descubrí que existe un modo de bloquear esta situación accidental. Pero sí que diría que me falta un poquito de “cámara”.
El dial de velocidad, junto con los anillos en objetivos para apertura diafragma, son una delicia, un “sabor” exquisito a fotografía, por no hablar del aspecto retro que es una monada.
Algo que me ha gustado mucho es la palanca para pasar rápidamente a modo automático. Esta función soluciona los imprevistos, que los hay y muchos, de situaciones tan espontáneas como fugaces. La lástima es que no se grabe también el archivo RAW. Estaría bien poder configurar la palanca en un Programado al gusto.
Tal vez podría mejorarse el visor, un poco mas saliente para acomodar bien ojo y nariz pero esto es una sutileza.
La autonomía de las baterías correcta y suficiente. Tengo que señalar que el rango dinámico me ha sorprendido MUY GRATAMENTE.
Mención especial a las ópticas, una maravilla. Nitidez, definición, luminosidad y ligeras. En cuanto al resultado de las imágenes en mis ojos, verdaderamente satisfecha teniendo en cuenta todo lo explicado al principio.
Una cosa me hizo sufrir, la no estanqueidad del cuerpo. Condiciones de mucho polvo en las minas del Cerro Rico de Potosí; en la cantera de yeso donde se encuentran las huellas de dinosaurios mas grande del mundo; el frío extremo con nieve y viento en la zona de los Lagos de Uyuni o el polvo de sal del salar mas Grande del mundo, en Uyuni. Espero que no haya afectado a pesar de lo mucho que la he cuidado, pero no nos olvidemos, es una herramienta y tiene que estar siempre a mano y a punto.
En definitiva, la Fuji XT20, aunque con un par de detalles mejorables, es una perfecta cámara de viaje o para llevar en el bolso “por si …”. Ligera y con todas las prestaciones a las que estoy acostumbrada. La pienso recomendar, de hecho ya fui haciendo mención en las redes durante el viaje, sin procesar las imágenes y colgando directamente jpg desde el móvil y todo gracias a la tremenda facilidad para conectar el wifi.
Y como último comentario, ya fuera de las capacidades técnicas de la máquina, destacar que debido a su poca voluminosidad su presencia pasa perfectamente desapercibida y facilita su utilización en ambientes de concurrencia urbana sin que se produzca el efecto de intimidación tan habitual en otros modelos.
Espero que mis comentarios les sirvan, modestamente hablando, para confirmar o desmentir alguna de mis opiniones y, sobretodo, una muy buena comercialización de esta pequeña joyita.
Una vez más, muchas gracias por todo.