Hola. Me llamo Fer Alcalá y llevo unos cuantos años haciendo fotos, principalmente de street art, arte urbano, graffiti… llamadlo como queráis. Durante todo este tiempo, he trabajado con muchos artistas, participado en múltiples proyectos, pateado muchas calles y tengo fotos publicadas en medios especializados y generalistas a nivel global, sobre todo online, pero también en prensa escrita. Me he metido en estudios, talleres, casas de desconocidos, fábricas abandonadas y me he subido a unas cuantas grúas, andamios y azoteas.
Me interesa particularmente formar parte del proceso creativo de una obra que está en el espacio público, captando la evolución de la pieza, la interacción con el/la artista, lo que ocurre a su alrededor… Intento estar muy cerca (a veces, demasiado) de la persona, ofrecer una mirada diferente y poner mucha atención en el detalle. Creo que una foto de un muro, mejor o peor, la podemos hacer cualquiera, pero no todos los días tenemos la oportunidad de ser testigos del nacimiento de una obra de arte y de estar allí para documentarlo. Además, cada uno de estos momentos es diferente: la pared, su entorno, la luz, los peatones, el o la muralista, su forma de trabajar, de moverse… Por lo que, aunque a veces uno ya no sabe qué hacer y tienes la sensación de que te repites más que el ajo, siempre hay algo nuevo por descubrir.
Mientras escribo estas líneas tengo a mi lado mi Fujifilm X-T100. Después de 2 años disparando con una X-T10 que ‘exploté’ hasta la saciedad, he de decir que el tránsito entre una y otra ha sido sencillísimo y cualquier cosa menos traumática. De hecho, creo que una cámara como la X-T100 es ideal para el tipo de fotos que suelo tirar. Por qué? Porqué es una cámara ágil, ligera, manejable nivel dios, hiperconfigurable, intuitiva y divertida. Cuando te pasas el día en la calle de un lado para otro o si estás trabajando para un festival donde te tienes que mover por 5, 6 muros repartidos en varios kilómetros a la redonda, os aseguro que se agradece minimizar en todo lo posible el equipo y viajar ligero de equipaje. Me he encontrado con varios artistas y colegas fotógrafos que me han preguntado en varias ocasiones ‘qué cámara utilizaba’ porque acababan hartos de ir cargando con camarones XXL que sí, serán la hostia, pero muy poco prácticos para el tema que nos ocupa. Y es que la X-T100 es justamente eso: práctica. Y a poco que seas mínimamente hábil vas a conseguir unos resultados tremendamente satisfactorios.
Pensad, por otra parte, la cantidad de movimiento que se genera cuando se pinta un mural, da igual que sea de pequeño, mediano o gran formato. Menos la pared, ahí todo se mueve: el/la artista, la gente, el pincel, el rodillo o el spray, las luces y las sombras…hasta la pintura se mueve. Necesitas moverte rápido, estar muy atento y no perder demasiado tiempo en preocuparte por la configuración de tu cámara. Con la X-T100 este es un trabajo que, previamente, ya habrás hecho desde la comodidad de tu sofá. Y cuando estés listo para la acción, solo tendrás que ir cambiando 4 parámetros básicos en función de las circunstancias. Que no os despiste su elegante aspecto retro minimalista: son tantas las posibilidades que esta cámara ofrece en cuanto a modos de disparo, simulaciones de película, enfoque, filtros avanzados, etc. Que te llevará un tiempo sacarle todo su jugo. Yo sigo en ello.
Hay otras dos características que a mí me han venido como anillo al dedo a la hora de funcionar ahí afuera. Una es su pantalla retráctil, hasta 180 grados, que, aunque no sea mi caso, es ideal para hacerte selfies, aunque también para conseguir disparos imposibles cuando estás pegado a un muro, debajo de una escalera o de un andamio, y quieres mantener intacta la buena salud de tus cervicales de tanto mirar para arriba. El hecho de poder manipular la colocación del monitor LCD te descubrirá ángulos y tomas inverosímiles muy difíciles de conseguir de otro modo. Por otra parte, sus opciones de conectividad, vía Bluetooth o Wifi, te facilitan tremendamente la vida si tienes que publicar o enviar tus fotos con muy poco margen de tiempo. Esto es muy útil si, por ejemplo, estás colaborando con algún evento y necesitas enviar las fotos casi a tiempo real para que sean publicadas online o por el medio de turno. Todos sabemos lo rápido que se mueven las redes sociales y la información en general en estos tiempos 3.0. Y no todo se reduce a tirar de teléfono y de stories… Haces la foto, buscas un sitio tranquilo, conectas la cámara al móvil y, a través de la app de Fujifilm, pasas el material que necesites a tu teléfono en un abrir y cerrar de ojos.
Las fotos que veis en este post fueron tomadas en varios proyectos distintos con reconocidos artistas de confianza. He intentado que hubiera una mezcla de interior y exterior, de planos detallados y generales, con diferentes condiciones de luz y en ambientes muy distintos. Algunas las disparé priorizando la velocidad del obturador (modo S) y otras en modo Text, ya que me gusta la suavidad con que se plasman los colores. También hay alguna exposición larga tirando de trípode y auto disparador (alucinante la cantidad de opciones que ofrece la X-T100 en este sentido), utilizando, si no recuerdo mal, ‘las películas’ Classic Chrome y Velvia, en función de la saturación que quería conseguir.
Para terminar, solo comentar que me hubiera gustado profundizar más en la infinidad de detalles técnicos que nos ofrece esta pequeña gran cámara, pero, por un lado, no soy la persona indicada para ello y, por otro, creo que puede ser mucho más útil y real compartir mi experiencia desde un punto de vista totalmente personal y práctico a la hora de funcionar con la X-T100, una cámara que, sin duda alguna, ha mejorado exponencialmente mi rendimiento fotográfico. Espero que os gusten los resultados.