Segunda parte de la entrevista de Shuko Kawase a Nicanor García.
Puedes leer la primera parte haciendo click aquí.
S: En la vida de los fotógrafos profesionales, es bien sabido que a menudo existe una división entre el trabajo comercial que realizan para la fotografía de pago y la fotografía personal. ¿Es eso cierto para ti también?
N: Muchos proyectos suelen llegar en función del trabajo previo que has realizado, por lo que es bueno siempre estar orgulloso de los últimos que has hecho. Siempre hay un tira y afloja entre lo que quieres hacer y lo que en realidad el proyecto te permite, y ahí hay que ser flexible y estar dispuesto a aprender.
Cuando el cliente tiene cierta experiencia creativa suele no haber problemas para desarrollar un buen trabajo. En esas situaciones la línea entre el trabajo comercial y personal es difusa.
Sin embargo, hay ocasiones en que el interés no es creativo, y la parte comercial tiene mucho peso, entonces todo se complica. He tenido algún caso en que el cliente quería fotografías muy específicas, que se imaginaba algo demasiado concreto, sin dejar margen creativo. Por suerte han sido trabajos muy contados. He tenido la suerte que muchas de mis fotografías, de las que considero más personales, las he podido tomar dentro del contexto de un trabajo.
Los supuestos límites de la fotografía comercial son un reto para mejorar. Desde mi punto de vista el trabajo comercial siempre es una motivación para aprender y mejorar mi fotografía más personal.
S: ¿Qué equipo fotográfico usas?
N: Estoy muy contento con el equipo que utilizo, entre otras cosas porque es versátil y se adapta bien a los diferentes tipos de fotografía que realizo. Mi equipo básico es la Fujifilm X-H1 con un Fujinon XF16-55mm que puedo encajarlo en una bolsa bastante pequeña junto a un Fujinon XF55-200mm y un Fujinon XF10-24mm. O también junto a un Fujinon XF55-140mm y un Fujinon XF8-16mm. Un todo terreno luminoso, un teleobjetivo y un gran angular, que es un equipo bastante ligero y versátil.
También he tenido oportunidad de utilizar la Fujifilm GFX 50S. Me ha resultado sencillo adaptarme a ella por todo lo común que tiene con la serie X, a la vez que me ha sorprendido la calidad y detalle que puedes conseguir con ella.
Me parece muy interesante la posibilidad de combinar la serie GFX con la X en proyectos de largo recorrido, pues cada una te aporta diferentes posibilidades, una más versátil y la otra con una calidad excepcional.
S: ¿Cambiaste a usar los productos Fujifilm por usar un sistema diferente? ¿O empezaste usando Fujifilm? Si cambiaste, ¿qué te hizo cambiar a Fujifilm?
N: He tenido diferentes cámaras, las dos primeras analógicas, una de ellas réflex. Con la réflex analógica compre algunos objetivos que empezaron a darme una idea de las ventajas de tener un buen sistema donde encuentres los elementos que necesitas para cada ocasión fotográfica.
Tras una pausa de unos años, compré una cámara digital que contaba con dos objetivos únicos. Era una cámara muy particular, y a los pocos años volví a un modelo réflex, pero digital y APS-C, para más tarde saltar a un modelo Full Frame. Con esta última cámara hice una buena inversión en objetivos y empecé a tener resultados más satisfactorios.
Al empezar a trabajar viajando este equipo me resultaba muy pesado. Eso me hacía estar muy pendiente del equipo y resultaba agotador al final del día. Empecé a investigar buscando una calidad equivalente, pero en un sistema más ligero. Ahí descubrí la Fujifilm X-T1, que luego renové por la Fujifilm X-T2, y más tarde por la Fujifilm X-H1.
El sistema de Fujifilm, en ese momento, estaba creciendo rápidamente. La hoja de ruta era prometedora y las actualizaciones de firmware constantes… Así pues, fui aumentando mi equipo a medida que el sistema crecía, con una calidad de imagen que no tenía que envidiar nada a otros sistemas de otras marcas y que cubren todas mis necesidades como fotógrafo.
S: ¿Qué valores informan y dirigen tus fotografías? Además de una imagen visual, ¿qué cualidades invisibles o qué tipo de energía esperas compartir con tu público cuando publicas tus fotografías en las redes sociales? ¿Qué es lo importante para ti cuando compartes o haces tu trabajo?
N: Las claves de un fotógrafo, al menos en mi caso, las vas aprendiendo sobre la marcha, a base de prueba y error, experimentando. Cada paso que das es el que marca tu camino. Como ya he comentado la arquitectura es muy importante en mi formación, y ese bagaje me sirve a entender a entender una parte de lo que veo, pero no todo, por suerte. El tener algunas certezas puede ser compatible con tener bastantes dudas. Esa aparente contradicción no es más que un motor que me permite mejorar y mantener una curiosidad constante. Como la que tienen los niños, o los turistas cuando llegan a un nuevo destino.
Compartir las fotografías que hacemos es lo natural, es cerrar el ciclo para el que fueron realizadas. Nunca me planteo de antemano transmitir algo concreto, y me parece que eso es bueno. Sobre todo, intento tener la experiencia del momento fotografiado, y eso es lo que destacaré con la edición y luego transmitiré.
Hacer fotos es revivir varias veces lo que viste al tomarlas. Cuando miras por primera vez en la pantalla de la cámara, al descargar las fotos y seleccionarlas, al editarlas, al compartirlas y al revisarlas a lo largo del tiempo.
Si no te impresionaste al fotografiar un edificio, si no te emocionó el amanecer, si no te sorprendiste cuando te sonrieron al hacer una foto a un desconocido, entonces es muy difícil que esa foto transmita algo que sea una vivencia tuya. Y cuando transmites algo que has vivido, aunque sea una foto de algo aparentemente intrascendente, seguro que hay quien lo capta y se emociona también.
Por eso, para mi es importante que cada fase de una fotografía sea original y personal. Y es por eso que con Shuko preparamos cada proyecto con cuidado, casi de manera artesanal, manteniendo la esencia de lo que vemos.
S: ¿Qué recomiendas a los jóvenes que estudian otra cosa no relacionada con la fotografía pero que también están interesados en este mundo? ¿Crees que estudiar fotografía es la única manera de convertirte en un buen fotógrafo?
N: Muchos llegan a dedicarse a la fotografía a partir de otros trabajos y ocupaciones, como es mi caso. Pienso que la importancia que tienen las imágenes es en nuestra sociedad hace que todos tengamos una conexión fuerte con ella. Las circunstancias pueden ser variadas y hay quien puede compatibilizar su trabajo con la fotografía, y saltar a dedicarse solo de la fotografía depende de muchos factores, y no es sencillo.
Es un trabajo muy dedicado que muchas veces no tiene la contrapartida económica que se merece. Pero si hay quien piensa que ese es su camino, tengo que decir sí, que es posible. Aunque eso le obligara a renunciar a la estabilidad de una vida cómoda y sedentaria.
Estudiar fotografía es una buena manera de llegar a ser fotógrafo, pero pienso que no es la única. Puede que a muchos les haga llegar pronto a su objetivo, pero para otros igual no tiene sentido.
Lo que en ningún caso ningún fotógrafo puede prescindir es de ver y aprender viendo fotografía, preferentemente de grandes fotógrafos. Y después practicar y practicar para mejorar la técnica y depurar su mirada hasta que sea capaz de que sus fotografías conecten a los otros con lo que él vio y vivió.