Segunda parte del post de Javier Milla “Nuevos horizontes para la fotografía de naturaleza “.
EL DIAL DE ACCIONAMIENTO. La cámara Fujifilm X-T3 posee distintos modos de funcionamiento que facilitan enormemente la realización de determinadas tomas (panorámicas, exposiciones múltiples o filtros avanzados) así como el horquillado (BKT) de ISO, rango dinámico, balance de blancos, foco o exposición. Ejemplos de estos dos últimos los podemos ver a continuación. El BKT de foco permite hacer apilamientos de hasta cientos de fotos (configurable el número, cadencia, etc.) para conseguir macros extremos con una total profundidad de campo, de forma automática sin tener que recurrir a ningún accesorio o tener que hacerlo manualmente.
Con el BKT de exposición podemos hacer varias tomas con distintas exposiciones (también configurable en número, pasos, etc.) de forma rápida y cómoda, incluso sin trípode con un encaje muy preciso.
ISOS ALTOS. El comportamiento de Fujifilm X-T3, siendo un cuerpo con un sensor APS-C, es realmente bueno en cuanto a rango dinámico y su nivel de ruido a ISOS altos te permite fotografiar con muy poca luz y obtener originales perfectamente utilizables, incluso para publicar o realizar ampliaciones. La siguiente fotografía está realizada en Doñana, prácticamente de noche (casi media hora después del ocaso) con la óptica Fujinon XF100-400mm F 4.5-5.6 R LM OIS + XF1.4X TC WR, a 10.000 ISO, a pulso.
PREDISPARO. Para la fotografía de acción, una de las características que más me han convencido de Fujifilm X-T3 es el “predisparo” que realiza gracias al obturador electrónico. A todo el que haga naturaleza o deportes, le ha pasado muchas veces el llegar tarde, por unas décimas de segundo, a captar un instante único, incluso sabiendo que iba a pasar (en naturaleza solemos decir que “si has visto la foto en el visor, es que no la tienes”) con esta opción, la cámara está tomando fotos –sin que notes absolutamente nada- desde el momento que aprietas el botón del obturador para medir y enfocar y si finalmente no disparas, esas fotos las va desechando, pero si lo haces, tienes unas 10/15 fotos en la tarjeta de ese tiempo transcurrido, antes de haber accionado el obturador.
En la siguiente foto del despegue de un ánade real, yo dispararía, como muy rápido, en un día bueno de reflejos, en la última toma sin el predisparo, esta sería la primera foto que tendría del momento.
Creo que en este punto final es necesario decir para quien esté pensando en meterse en este lío, que no es solo cambiar de cámara, hay que acostumbrarse a otra forma de trabajar en muchos aspectos, hay que estudiarse el manual a fondo e ir poco a poco aprendiendo a sacarle el 100% a Fujifilm X-T3, sin pretender dominarla desde las primeras tomas con ella. Casi todo lo que quieras hacer, la cámara Fujifilm X-T3 lo va a hacer o te va a ayudar a ello, pero, al menos en mi opinión, hay que ir experimentando el como hacerlo.
Estas son solo unas cuantas de las razones objetivas que me han llevado a cambiar de sistema y no arrepentirme en absoluto. La marca, su política de actualización – de verdad – vía firmware y la atención al usuario, la estética de la cámara, su funcionalidad y posibilidades de personalización, los modos de color (después de años usando las diapositivas de Fujifilm, poder recuperar los tonos de una diapo Provia o de una Velvia, es un auténtico lujo) son otras cuestiones, algo más subjetivas, pero igualmente importantes.