Puedes leer la segunda parte de la entrevista haciendo click aquí.
Conocí a Paco Navarro hace casi veinte años cuando trabajaba de modelo. Paco era ya un fotógrafo de moda reconocido al que yo admiraba, y me hacía mucha ilusión trabajar con él. Trabajamos varias veces y luego le perdí la pista. Años después empecé a seguirle en Instagram. Para mi gran sorpresa, vi que le gustaban mis fotos y eso me motivaba mucho. Yo empezaba a interesarme de una forma profesional en la fotografía y él siempre había sido un referente para mí. En aquel momento estaba buscando un cambio de cámara y vi que Paco daba una charla en Fotocasión sobre el nuevo modelo de la Fujfilm X-T2. La verdad es que no tenía ni idea de estas cámaras, salvo que su diseño retro y su tamaño me encantaban. Fui a la charla, recuperé el contacto con Paco y finalmente me cambié a Fujifilm.
Hoy voy a su casa. Soy yo quien va a hacerle las fotos y hacerle una entrevista para saber un poco más de él.
Acabo de llegar al portal, y de inmediato me transporta veinte años atrás, cuando venía al mismo edificio a hacer castings con él. Me recibe en la puerta, me presenta a su madre que está de visita, y me hace un recorrido por su casa llena de retratos y fotos de moda por los pasillos de los años 80 y 90. Almodóvar, Miguel Bosé, Ana Belén, Cristina Piaget, Cyra Toledo inundan las paredes de su casa. Son preciosas y son todos trabajos de Paco. Nos dirigimos a su salón y lugar de trabajo y veo libros de los maestros de la fotografía de todos los tiempos, de obras de arte. Me enseña un libro de Edward Weston y me habla un poco de este fotógrafo clásico, desconocido para mí. Nos sentamos en su escritorio delante del ordenador, me sirve un té, y comenzamos la entrevista.
S: ¿Para quien no te conozca, cómo te definirías como fotógrafo o qué tipo de fotografía haces?
P: Siempre he hecho fotografía de moda , retratos , campañas de publicidad , portadas de discos, etc. Fotografías con personas.
S: ¿Cómo empezaste?
P: En mi vida las cosas han ido viniendo casi sin buscarlas, he tenido mucha suerte.
La hija de unos amigos de mis padres, que era casi como de mi familia, era una maquilladora muy conocida que trabajaba en moda en los años 80 y siempre me decía que tenía que ser modelo, algo impensable para mi.
Cuando tenía dieciocho años, una noche en la discoteca Pachá dos personas me preguntaron que si quería ser modelo y naturalmente conocían a mi amiga maquilladora, ella insistió en que fuera a verlos a la agencia y así empecé a trabajar de modelo. Para un chico joven que estaba estudiando y trabajaba en verano de socorrista, tener dinero a esa edad era un privilegio.
A la vez que trabajaba de modelo, estaba en la selección española de remo y estudiaba INEF y para los viajes me compré una cámara para hacer fotos como recuerdo.
Salió una enciclopedia de fotografía y me compraba los fascículos cada semana. Así empecé de forma autodidacta. Me monté un cuarto oscuro en el sótano de la casa de un amigo, y allí revelaba con una pequeña ampliadora.
En los trabajos de modelo coincidía con otras chicas y chicos modelos y empecé a hacerles fotos. También conocí a varios fotógrafos y en mis ratos libres iba a los estudios de Alejandro Cabrera y Antonio Molina a ver las sesiones y ayudar en lo que podía.
Poco después, comencé a trabajar como ayudante de Alejandro Cabrera y empecé a hacer test con modelos en serio.
Siendo ayudante de Alejandro me dieron el Premio Planeta de Fotografía. Con el dinero que me dieron por el premio pude comprarme una cámara mejor y empecé a trabajar profesionalmente como fotógrafo. Por la mañana iba al cuartel porque estaba haciendo la mili, y por la tarde hacía sesiones de moda a veces vestido de soldado.
S: ¿Qué tipo de trabajos hacías cuando terminaste la mili?
P: Empecé enseguida a trabajar para El Corte Inglés, Galerías Preciados, diseñadores, revistas de moda y portadas de discos. Como había trabajado con ellos como modelo o como ayudante de Alejandro tenía por así decirlo, el acceso mas fácil.
S: ¿Cuál fue tu primer trabajo profesional?
P: No lo recuerdo claramente, pero sí el primer trabajo para El Corte Inglés. Me pidieron que hiciera una foto para una campaña de primavera. Querían una foto de una mujer con un ramo de flores, muy feliz, y con edificios modernos detrás. Decidí irme con la modelo a Azca, que era la zona de Madrid más moderna arquitectónicamente en aquella época, y cuando le llevé las fotos al cliente no les gustaron y me pidieron que la repitiera. A mí la foto me encantaba y no entendía nada.
Volví a Azca con una modelo diferente, fué Cyra Toledo, la top española del momento, y tampoco gustó el resultado. Decían que no comunicaba, pero no me decían tampoco nada concreto.
Me harté, y cogí el coche con Cyra, la ropa, las flores y un maquillador. Nos paramos en el arcén de la M30, al lado del Pirulí de televisión española. Cyra se subió al techo del coche, yo me tiré al suelo con los coches pasando al lado. Cyra parecía volar junto al Pirulí… Cuando entregué la foto, fliparon. En aquella época, en los 80, se trataba de superarnos y ver “quien la hacía más gorda”.
S: ¿Tú has cobrado siempre? ¿Qué piensas hoy en día con respecto a trabajar gratis?
P: Al principio no, hacía fotos a amigas o modelos para practicar, pero enseguida sí. Me llamaban las agencias para hacerle fotos a sus modelos y en esa época la fotografía era analógica, tenías que comprar los carretes, revelarlos y hacer copias y todo eso era caro y mucho trabajo.
Entiendo que alguien que al principio no tiene nada, tenga que hacer algún trabajo gratis para tener material que enseñar o en un momento dado puedes hacer un favor a un amigo pero la gente debería siempre valorar su trabajo porque al final es tu esfuerzo y tu tiempo.
Si nuestro trabajo no está bien valorado es porque los mismos fotógrafos no se valoran y las revistas y los clientes se aprovechan de ello. Hay que aprender a decir que no.
Ahora algunas veces hago fotos para mí, porque quiero probar algo nuevo, para mi cuenta de Instagram o porque me gusta mucho alguien y quiero fotografiarlo.
S: Viendo una entrevista a Vallhonrat, decía que la fotografía de moda es muy exigente.
P: Creo que sobre todo cuando eres un fotógrafo tan reconocido como Javier los proyectos son muy apetecibles porque trabajas con lo mejor de la profesión, pero también tienes que tener un nivel creativo muy alto para superarte constantemente, siempre ser moderno, reinventándose constantemente porque lo que tiene la moda es que cada año es diferente, no puedes estar haciendo las mismas fotos siempre. Tienes que ir adaptando tu estilo al momento en que vives.
También tienes que irte a vivir a Milán , a París o a Nueva York. Tienes que estar donde se hacen estos trabajos, conocer a la gente.
S: ¿Cuáles han sido tus referentes?
P: Cuando empecé mis referentes eran los fotógrafos que me enseñaron y con los que tenía amistad: Alejandro Cabrera y Javier Vallhonrat. Luego empecé a investigar y quizá los fotógrafos internacionales más potentes de esa época y que más me influyeron fueron Avedon, Irving Penn y Helmut Hewton. Más adelante empezaron a gustarme Bruce Weber, Peter Lindbergh, Paolo Roversi, Steven Meisel, Mario Testino, Sarah Moon, etc.
Te das cuenta que cada uno tiene su estilo, su forma de hacer las cosas. Intento coger cosas de unos y otros, pero creo que lo más importante es conocer, aprender y luego adaptarlo a tu personalidad, ver qué cosas te apetecen, y con qué cosas te encuentras más cómodo y trabajar ahí.
Actualmente hay algunos fotógrafos mas jóvenes que están muy bien. Mert & Marcus o Nick Knight. Pero las revistas de moda cada vez me gustan menos.
S: ¿Crees que está ya todo inventado en fotografía?
P: Si tú ves los editoriales de moda de Avedon y de Penn de los 40, 50 y 60 piensas que ya está todo inventado. Todo lo que ha venido después ha sido versiones de esto adaptadas a los nuevos tiempos y a las personalidades de nuevos fotógrafos.
Ahora hay que ver a donde nos llevará el mundo digital.
S: ¿Cómo recuerdas el paso del analógico al digital?
P: A mí me costó un montón porque las primeras cámaras digitales no me parecían lo suficientemente buenas. La gente se empeñó en hacer las fotos con el digital pero esas primeras cámaras no tenían mucha calidad, eran unos “cacharros”.
Después poníamos en nuestras cámaras de formato medio un respaldo digital pero no enfocaba bien, daban problemas todo el rato y además tampoco sabíamos utilizar los ordenadores para editar y retocar las fotos.
Era un poco escéptico al cambio pero poco a poco empezaron a mejorar considerablemente los modelos de cámaras, y ahí sí empecé el cambio porque la fotografía se abarató al no tener que pagar carretes ni revelados, a parte de que todo el proceso se hizo más rápido.
Durante un tiempo mezclaba el digital con el analógico, escaneaba las diapositivas y los negativos para retocarlos pero poco a poco me fui adaptando al digital hasta dejar del todo el analógico.
S: ¿Cómo empezaste a trabajar con Fujifilm?
P: El entonces director de Fujifilm, Antonio Alcalá, fué mi vecino casi puerta con puerta en casa de mis padres, íntimo amigo mío de toda la vida.
Gracias a él un día me llamaron de Fujfilm España diciéndome que iban a sacar la serie nueva de cámaras digitales y me invitaron a Barcelona para conocerlas y probarlas. Fue cuando salió la cámara Fujifilm X100, una cámara preciosa compacta, estéticamente parecida a la Leica clásica.
Allí nos dijeron que querían hacer un grupo de fotógrafos para que probáramos las cámaras y diéramos nuestra opinión sobre las cosas que nos gustaban o no de los nuevos equipos.
En un principio no me cambié a Fujifilm porque la cámara que tenían, Fujifilm X100, es una cámara magnífica pero más para la foto callejera, paisajes, reportaje… No es una cámara con la que puedas trabajar normalmente para retratos o moda, pero poco a poco empecé a colaborar con ellos y enseguida fueron sacando cámaras cada vez más avanzadas y muchos objetivos.
Ahora las cámaras y los objetivos de Fujifilm aparte de una calidad extraordinaria tienen un montón de ventajas. Son mas pequeñas y ligeras, discretas y versátiles. Y con un visor electrónico que lo que ves por el visor de la cámara es el resultado final, no tienes que andar mirando a ver si has expuesto correctamente o si el color es el adecuado, la verdad es cuando las pruebas ya no quieres otra cosa. Además actualizan constantemente el firmware de las cámaras y de los objetivos para tener siempre los equipos con las últimas mejoras.
Desde hace tiempo soy embajador de la marca (Fujifilm X-Photographer), contento y orgulloso de serlo y encantado con las cámaras y objetivos con los que hago todos mis trabajos. Además siempre se han portado personalmente de maravilla conmigo.
S: ¿Qué cámara utilizas para cada clase de trabajo?
P: Tengo la cámara Fujifilm X-H1, Fujifilm X-T2 y la cámara de medio formato Fujifilm GFX 50S. Ahora han sacado la Fujifilm GFX100 de medio formato también y 102 megapíxeles que estoy deseando probar pero no hay manera, a ver si se acuerdan de mí.
Normalmente trabajo con una u otra depende del tipo de foto quiera realizar.
S: ¿Hay tanta diferencia entre la calidad de la cámara Fujifilm X-T3 y las de medio formato?
P: Sí que la hay, tanto en calidad, rango dinámico, como en posibilidad de ampliar. Sería como antes en analógico la diferencia entre una cámara de 35mm y una 6×6 o 6×7.
No haces mejores fotos por tener una cámara u otra, para cada trabajo debes utilizar lo que sea más adecuado.
S: ¿Cuáles son las lentes que utilizas más?
P: Para mi trabajo de moda y retratos de la serie X, las ópticas Fujinon XF35mm, XF56mm y XF90mm. De la serie GFX, GF63mm y GF110mm.
Cuando salgo de paseo uso las ópticas Fujinon XF18mm, XF23mm y XF35mm aunque alguna vez me llevo la cámara GFX con la óptica GF45mm.
El X-Photographer Paco Navarro fotografiado por Silvia de la Fuente
Selección de fotografías realizadas por Paco Navarro