Cobertura Athletic Club-Real Madrid con X-T3 + XF200mm

Durante el año 2018 la noticia de la presentación de la nueva óptica Fujinon XF200mm F2 R LM OIS WR, acompañada del duplicador  XF1.4X TC  F2 WR  ilusionó a los usuarios de los magníficos equipos Fujifilm X, en particular a los especializados en el campo de la fotografía deportiva, acción y naturaleza. Durante  la disputa del GP de motociclismo de Japón pude comprobar “in situ” que todo lo que se decía de él era cierto. A decir verdad, ya tuve a mi disposición de un equipo durante la celebración, el 23 de Septiembre, del partido de la Liga española entre el Athletic Club y el Real Madrid, montado en una X-T3.

La primera sensación al sacarlo de su bolsa es que el tamaño similar a un 300mm F2.8,  y el peso apenas supera los 2,2 Kg de peso que nos permitió trabajar a mano alzada en todas las condiciones de luz que se dieron durante el partido., aunque por supuesto dispone de rosca para trípode o monopié.

Hemos de recordar que se trata de un 200mm que montado en el cuerpo de la Fujifilm X-T3, se convierte en un 300mm de una luminosidad jamás vista en una óptica de su rango, apoyada de modo espectacular por un sistema de estabilización de 5 puntos que nos animó a “jugar” con disparos por debajo de 1:30 de segundo al más puro estilo de los barridos que realizo en los circuitos del mundial de motociclismo, con unos resultados espectaculares. El enfoque resultó sorprendentemente rápido y disfrutando de un seguimiento de la acción sin fisuras. Yo lo utilicé como lo hago habitualmente, sin el limitador del recorrido de la distancia de enfoque que le puede dar algo más de velocidad, aunque si probé el pre enfoque –al portero contrario- que funcionó a la perfección ya que el propio sistema óptica+cámara detecta si estás realizando un barrido o un seguimiento. Lógico y fiable.

Cuando me decidí a chequear el modo “todo manual”, la posición y el tacto, tanto del aro de enfoque, como el de apertura ayudaron notablemente. Bien situados y reconocibles “a ciegas”, firmes pero agradables y con la posibilidad de trabajar en posición A.

Resultado, imágenes nítidas, con nula distorsión y viñeteado y bien protegidas del temido flare que provocan las luces artificiales por un parasol muy adecuado, además de espectacularmente bonito.

Durante la segunda parte monté el multiplicador 1,4, transformando esos 300mm en 425mm F2,8. Claro, lo primero que se me vino a la cabeza fue la comparación con uno similar de otras marcas, inviable en un estadio de fútbol sin ayuda de un trípode. No apreciamos pérdidas significativas a lo ya realizado durante la primera mitad del partido sin el duplicador, con el aliciente añadido de resultar 45 minutos muy moviditos, con cambios de ritmo y velocidad de juego continuos, que nos obligaba a poner a prueba al sistema de enfoque de nuestro 200 sin apenas fallos.

Por supuesto que la óptica dispone de todo tipo de ayudas suplementarias, incluyendo un muy interesante botón F que nos permitirá modificar las funciones de los otros cuatro que no pude probar por falta de tiempo.

No pudimos comprobar el anunciado sellado hermético al agua y al polvo durante el partido en seco, pero si en Japón y solo diré que es tal como se anuncia, perfecto.

He de añadir, a modo anecdótico, que Roberto Carlos me pidió un retrato. Me alejé, medí, coloqué la focal a su máxima apertura y clik, disparé. Todo lo hablado antes más un desenfoque increíble lograron una fotografía fantástica, por lo que también la convierten en una opción ganadora para retratos.

Si queremos encontrarle un punto débil lo pasaremos mal, no los tiene y además es bonito, llama la atención.

Ahora toca aprender a sacar de el lo máximo que seguro que será mucho y bueno.

Rafa Marrodán